Este es uno de los experimentos menos ortodoxos que ha visto la industria automotriz, no sólo fueron pocas las unidades que se fabricaron -menos de 10- sino que el concepto como tal de poner un motor grande en un auto chico modificándolo casi por completo era algo que poco se había visto. En 1989 Ford lanzó la versión deportiva del popular Taurus y en 1990 el especialista en construir autos de pista Chuck Beck con la ayuda de un ex piloto de SCCA -Rick Titus- decidieron poner el motor de este Taurus SHO 7 mundanos Ford Festiva.
Para comenzar hablemos del motor SHO, sus siglas significan "Super High Output"; en 1984 Ford le encomendó la tarea a Yamaha de desarrollar un motor para un vehículo con aspiraciones deportivas partiendo de la base del existente motor "Vulcan". Al final el proyecto del vehículo deportivo fue abortado pero si se produjo el motor, así que se le aplicó al Taurus para su versión deportiva en el 89' y también se puso en otros modelos como en la Ranger o este Festiva.
Motor "SHO" montado en un Taurus |
El motor como tal era poco convencional, se trataba de un 3 Litros pero con muchos cilindros, era un V8 cuyos pistones tenían más diámetro que carrera lo que le daba ese atributo de poder revolucionar con facilidad, era un motor más bien puntiagudo que entregaba lo mejor de sí en la zona alta del tacómetro más que entregar buena respuesta en regímenes bajos. La potencia máxima de este propulsor era de 220 HP.
Naturalmente la tarea de colocar un motor de tal tamaño en un auto pequeño no era fácil de manera que la disposición del tren motriz del tradicional Festiva 3 puertas tuvo que cambiar, se optó por colocar el motor atrás lo que no sólo implicó cambiar completamente la transmisión y la suspensión sino que también se tuvo que prolongar las trochas traseras y ponerles llantas más anchas. Como en el Clio V6 de hace unos años las plazas traseras desaparecieron y en la parte delantera se ubicó el tanque de combustible así como también más parafernalia de admisión para el motor.
Como era de esperarse sólo gente con buen gusto y pasión por los autos eran los aspirantes a dueños de este maquinón, uno de ellos es ni más ni menos que Jay Leno, en el video que les muestro a continuación sale diciendo cosas muy acertadas que hacen ver que el no es simplemente un gomoso adinerado sino que en efecto sabe mucho de autos. Entre muchas otras cosas Jay nos cuenta sobre el precio de este Festiva que en el 88' le costó $33.000 USD y que por ese precio se podía conseguir un Corvette, además nos dice algo que me parece muy interesante que poco hablan los gomosos adinerados y es relacionado con la confiabilidad pues para Jay hay un mito en USA que reza que los autos apenas cumplen 100.000 millas no es viable seguirlos teniendo pero este Shogun Leno lo usa no lo tiene solo en display en su museo y para el este pequeño carro puede cruzar las 100mil millas sin problemas además todo es Ford así que su mantenimiento puede hacerse en cualquier "dealer" de la marca.
Termino este post con una explicación técnica cortesía también de Jay Leno, los motores antiguamente podían modificarse con el fin de mejorar considerablemente su desempeño pero en esta época poco se puede hacer producto de la complejidad de los componentes mecánicos y electrónicos que tienen estos, de manera que se mantiene la misma potencia pero ahora la meta es reducir el peso de los vehículos para mejorar su relación peso/potencia y es precisamente por eso que el Shogun Festiva cumplía con su cometido pues además de ser más liviano que el Taurus su disposición motriz -motor trasero, tracción trasera- le conferían un mejor dinamismo de manera que de 0 a 60 mph el Festiva lo hacía en 4,6 segundos -2 menos que el Taurus- y cruzaba el cuarto de milla por debajo de los 13 segundos a 101 mph, eso sin hablar de los sorprendentes resultados en pruebas de slalom donde se conseguían cifras alrededor del 1g.
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